La idealizada noche de Schubert en su fragmento póstumo, tan etéreo, tan casi inasible, se enlaza aquí con el crepúsculo que la anuncia, con la ecapitulación sobre lo vivido, también en forma de citas y autocitas, que hallamos en la última de las sinfonías de Dmitri Shostakóvich. El Trío VibrArt y Neopercusión nos proponen, junto al orgánico conocido en la pieza schubertiana, un sorprendente y aleccionador arreglo para trío y percusión de la sinfonía de Shostakóvich realizado en 1972 por el pianista Viktor Derevianko, discípulo de Heinrich Neuhaus y Maria Yúdina, con la autorización del propio Shostakóvich.